¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!

¡Quintili Vare, leggiones rede! César Augusto.

En el año 9 d.C. César Augusto envió al general Publio Quintilio Varo a la provincia de Germania Magna, con el objetivo de afianzar el dominio romano.

Ante la amenaza romana, los distintos pueblos germanos se aliaron bajo el mando de Arminio. Éste con falsos avisos de sublevaciones en el norte dirigió a los romanos hacia el bosque de Teutoburgo, un lugar de caminos estrechos y embarrados, ideal para una emboscada.

Allí, los germanos acabaron con tres legiones romanas (XVII, XVIII y XIX), seis cohortes auxiliares y tres alas de caballería. Fue una de las mayores derrotas de Roma, murieron miles de hombres, se perdieron las tres águilas de las legiones, lo que era considerado una deshonra, la frontera se estableció definitivamente en el Rin y los números de estas legiones romanas nunca volvieron a utilizarse.

Esta derrota afectó tremendamente al emperador Augusto. Según el historiador romano Suetonio, cada año rememoraba el aniversario de la derrota con un profundo pesar y a menudo se golpeaba contra una puerta y gritaba: ¡Quintilio Varo, devúelveme mis legiones!

La derrota de Varo. O.A. Koch.